Se presentan profundos cambios biológicos, emocionales, sociales y cognitivos en que el niño (a) se desarrolla para volverse adulto. Se presenta un desarrollo de identidad personal, y un sistema de valores y la adaptación a un nuevo cuerpo que cambia de forma, tamaño, y capacidad fisiológica.

La lucha por la independencia que caracteriza el desarrollo psicosocial del adolescente a menudo origina conductas alimenticias que afectan a la salud, como regímenes dietéticos excesivos, omisión de comidas, uso de complementos nutricionales y no nutricionales, adopción de dietas de moda.

La búsqueda de identidad personal e independencia entre los adolescentes tal vez propicie conductas positivas que mejoran la salud, como la adopción de prácticas alimenticias saludables, participación en actividades fiscas, e interés general en el desarrollo de un estilo de vida saludable.

La adolescencia abarca la aparición de la pubertad, es la transformación física, de un niño a un adulto joven, los cambios biológicos que ocurren durante la pubertad incluyen madurez sexual, aumento de talla y peso, acumulación de masa esquelética y cambios en la composición corporal.

Conductas de Salud Relacionadas con la Alimentación

Las alimentaciones de los adolescentes están sujetos a muchos factores que incluyen influencia de amigos, modelos paternos, disponibilidad de alimentos, preferencias alimenticias, convivencia, creencias personales, culturales, medios masivos de comunicación e imagen corporal.

Recomendaciones Nutricionales

• Las necesidades de energía son diferentes entre los adolescentes, en general las mujeres comienzan primero la pubertad, por lo que sus necesidades se ven incrementadas (por la mayor cantidad de estrógenos y progesterona) en relación con la de los niños (por mayor cantidad de testosterona y andrógenos).

• Las recomendaciones de energía y proteínas se hacen en cuanto a la talla y no en cuanto en peso o edad cronológica.

• Es importante que las mujeres adolescentes comiencen el cuidado en el consumo de calcio para tener buenas reservas durante la etapa de demandas grandes como embarazo y lactancia para disminuir el riesgo de osteoporosis en la edad adulta.

• También es importante tener un buen aporte de hierro para restituir las pérdidas del mineral en los sangrados menstruales, y en los hombres por el crecimiento de tejido muscular y el volumen sanguíneo que se ven incrementados.

• En ambos sexos es importante un buen aporte de zinc, ya que ha mostrado influir en el crecimiento.

• Se debe considerar que situaciones como el embarazo y la actividad física cambian los requerimientos nutricios, en el caso de embarazo se deberá aumentar la ingesta de energía, proteínas, calcio, fosforo, magnesio, vitamina A y ácido fólico.

• En adolescentes que practican deporte regularmente y con cierta intensidad deberán hacerse los ajustes correspondientes de acuerdo al tipo de deporte la frecuencia en que se practica y la intensidad.