Para mantener una buena higiene personal hay que bañarse, lavarse las manos, cepillarse los dientes y usar ropa limpia. También implica tomar decisiones seguras y saludables en el momento de interactuar con los otros. La puesta en práctica de una buena higiene personal trae beneficios sociales y para la salud.

Beneficios para la salud

Mantener la limpieza de tu cuerpo es esencial para combatir y prevenir las enfermedades (tanto para ti como para los que te rodean). Lavarte las manos puede evitar que los gérmenes se propaguen de una persona a otra o de una parte de tu cuerpo a otra. El uso de hilo dental y el cepillado de los dientes puede reducir la probabilidad de enfermedades orales y otras.

Higiene Bucal

La higiene es una de las principales formas de preservar nuestra salud. Dentro de la higiene diaria no debemos olvidar el cuidado de nuestra boca durante todas las etapas de la vida, ya que la falta de ésta podría acarrear múltiples enfermedades.

Alrededor de los seis meses, cuando aparecen los primeros dientes, es conveniente empezar a cuidarlos. Después de la toma del biberón o toma de alimentos, es conveniente el uso de una gasa húmeda para limpiar la boca del bebé, presentando especial atención también a las encías. Es recomendable visitar al odontopediatra para comprobar el desarrollo correcto de la dentición.

Es responsabilidad de los padres, junto con la orientación profesional del odontopediatra, crear unos buenos hábitos de higiene oral en los niños. Es importante seleccionar un cepillo dental adecuado con filamentos suaves para realizar una limpieza eficaz de los dientes y las encías. Así mismo, la selección de la pasta o gel dentífrico debe ir acompañado del consejo profesional. En la mayoría de los casos se recomienda el flúor (fortalecedor del esmalte dental), que debe ser administrado de manera responsable según la edad del niño. El uso de enjuagues bucales puede ser utilizado cuando el niño adquiere habilidades para escupir y no tragarse el líquido.

En la adolescencia, conforme va cambiando las dimensiones de la cavidad oral, es conveniente cambiar el cepillo de dientes y la pasta dentífrica infantil por productos para adultos. En la etapa adulta deben mantenerse de por vida los hábitos de higiene bucal adquiridos, junto con las revisiones periódicas del dentista.

Lavado de Manos

Todos los profesionales de la salud acuerdan en señalar la importancia del lavado de manos para mantener la higiene personal y para evitar la presencia de diferentes tipos de enfermedades. Así, un simple acto como lavarse las manos puede prevenirnos de un sinfín de complicaciones.

Se recomienda normalmente lavarse las manos un mínimo de tres veces al día, especialmente antes de comer, después de salir del baño y al reentrar a casa cuando uno viene de afuera. Esto es así ya que se estima que esos son los momentos más delicados de la vida cotidiana, en especial cuando uno viene del ámbito exterior en el cual interminable cantidad de virus y bacterias están presentes en el aire, en las diversas superficies, etc. Si bien muchos de estos virus y bacterias son inocuos y no demasiado graves, muchos de ellos pueden combinarse con otros y volverse peligrosos, además de facilitar enfermedades como gripes, diarreas, etc.

Para realizar un lavado de manos adecuado, es recomendable utilizar jabones neutros, sin presencia de aromatizantes o colorantes. Se recomienda hacer abundante espuma con el jabón y desparramarla por toda la superficie de las manos, sobre todo en los espacios entre los dedos y también en las uñas y yemas. Luego enjuagar con abundante agua y secar con alguna toalla o material confiable.

Piel

La piel es el refino de la salud y del equilibrio del individuo. Requiere cuidados específicos. La ¿lucha tonifica y despierta. La duche más beneficiosa es la que se termina con un chorro frío que tonifica la piel. El baño es un momento de relajación que prepara para el sueño. La temperatura perfecta es de 37 a 38 ºC.

La duración ideal es de 15 a 20 minutos; por encima de este lapso de tiempo, la piel se ablande. Es preferible utilizar un jabón graso o cosmético suavizante o una pastilla dermatológica si la piel es delicada, con tendencia a la sequedad. Los aceites nutren mejor la piel que las sales de baño simplemente perfumantes.

Los baños que contienen algas regeneran y añaden un ligero efecto adelgazante. Los accesorios de baño, como la esponje vegetal (loofah), el guante o la faja de crin (pieles normales y grasas) o los cepillos (pieles delicadas) permiten eliminar las células muertas, lo que limpia la epidermis a fondo y la deja más lisa.